Este domingo empieza un
nuevo año litúrgico. El gráfico, dibujado por FANO, puede ayudarnos a trabajarlo en clase y/o en
catequesis, a través de los colores y símbolos.
Empezamos las lecturas correspondientes al ciclo B, es decir, leeremos
de forma continuada el evangelio de san Marcos durante los domingos del tiempo
ordinario. Los de Adviento, Navidad, Cuaresma y Pascua, tienen evangelios
propios.
Junto con el año
litúrgico empezamos también el Adviento. La palabra latina “adventus” significa
“venida” y nos ayuda a prepararnos para celebrar el gran acontecimiento de la
Historia: el nacimiento de Jesús.
Durante cuatro semanas
la Iglesia nos invita a vivir un proceso de conversión, no porque Jesús vaya a
nacer (no nace de nuevo) sino porque el hecho de que se haya encarnado es una
Buena Noticia de tal magnitud que necesitamos contemplar este misterio y tomar
conciencia, una vez más, de que se ha
hecho también carne de nuestra carne.
Este
primer domingo, el evangelio de
Marcos nos habla de “velar”, es
decir de mantenernos despiertos, porque no sabemos cuándo vendrá a nosotros el
Señor. Nos invita a preguntarnos, ¿Qué cosas nos mantienen adormecidos?
Marcos 13, 33 - 37
Con
el texto del domingo de hoy san Marcos pone fin a la vida pública de Jesús
y a continuación describe la pasión. El
discurso sobre el final de los tiempos es como el broche final de su vida. Los
cuatro evangelistas coinciden (e
insisten) en subrayar que Jesús se despidió, habló de una segunda venida y que
el grupo de seguidores quiso conocer los detalles de esta venida. Jesús no dio
detalles, dio pistas para vivir con coherencia la espera.
En aquel tiempo, dijo
Jesús a sus discípulos: «Mirad, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento.
La palabra “vigilar”
tiene importancia en la biblia. Velar es
sinónimo de “trabajar”. Muchas veces la seguridad de una familia o de un
pueblo dependía de que la persona que vigilaba hiciera bien su trabajo.
Pensemos en los enfrentamientos entre tribus, las conquistas de unos pueblos a
otros, los ladrones que se amparaban en la noche… Y todo eso ocurría en zonas
rurales en las que no tenían más “herramientas” para vigilar que agudizar el
oído y mirar atentamente alrededor. Vigilar era un trabajo que exigía una gran
responsabilidad, incluso para tomar decisiones responsables si ocurría algo inesperado
o se enfrentaban a algún peligro.
¡Cuántas experiencias y
anécdotas compartirían en Israel las personas mayores con las más jóvenes
sobre este tema! Es igual que un hombre que se fue de viaje y dejó su casa, y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara.
Como vemos, es la
versión abreviada de la parábola de los talentos o la de las minas. Una vez más
se nos habla de un largo viaje y una tarea que tienen que realizar los siervos,
en este caso el portero.
Velad entonces, pues
no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o
al canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga inesperadamente y os
encuentre dormidos.
Los judíos solían
dividir la noche en tres periodos muy claros: a) desde la puesta del sol hasta
las 10 de la noche; b) desde las 10 hasta las dos de la madrugada y c) desde
esa hora hasta la salida del sol. Con esta división establecían las guardias,
cuando era necesario. Por ejemplo, en tiempo de guerra.
Con la invasión romana,
los judíos fueron haciendo suyas muchas costumbres de sus dominadores, entre
ella la división del tiempo. Para organizar la vigilancia de la noche
establecieron cuatro turnos para los
centinelas:
a) De
6 a 9 de la noche. Le llamaban la vigilia o guardia del anochecer.
b) De
9 de la noche a las 12. Vigilia de media noche.
c) De
12 a 3 de la madrugada era la vigilia del canto del gallo. Recordemos el
episodio de la negación de Pedro cuando juzgan a Jesús por la noche.
d) De
3 a 6 de la madrugada se llamaba la vigilia del amanecer. Era la más
gratificante porque en cuanto asomaban los primeros rayos de luz ya
desaparecían las tinieblas y los peligros que conlleva la oscuridad.
El texto nos dice que
puede venir en cualquier momento de la noche y encontrar dormido al portero (o
al centinela, o al encargado de vigilar). Hoy deberíamos poner ejemplos actuales en clase, catequesis o la homilía. Por
ejemplo que se durmiera el personal de enfermería encargado de vigilar el buen
funcionamiento de una UVI y una persona falleciera por ese descuido. O que se
durmiera la persona que tiene que hacer el pan y abrir la tienda y ese día la
gente del pueblo no pudiera comer pan. O que el portero de un equipo importante
de fútbol no estuviera pendiente del balón, le metieran un gol por estar como
adormecido y perdieran una copa internacional.
Lo que
os digo a vosotros lo digo a todos: ¡Velad!»
San Mateo organiza muchas palabras de
Jesús relacionadas con su segunda venida como si fuera un largo discurso de
Jesús, recogido en el capítulo 13.
Conviene leer el capítulo completo para entender mejor el texto del evangelio
de hoy; a lo largo del capítulo nos invitan a cuidar que nadie nos engañe, a no alarmarnos, cuidar de nosotros mismos,
ser conscientes de que nos entregarán a los tribunales, no angustiarnos porque
nos asistirá el Espíritu Santo y un largo etcétera de consejos y recomendaciones muy
importantes.
El capítulo empieza con un diálogo
de Jesús con Pedro, Santiago, Juan y Andrés. Estos apóstoles le van haciendo
preguntas a Jesús sobre cómo y cuándo será su segunda venida. El capítulo se cierra con esta frase:
“Lo que a vosotros os digo, lo digo a
todos: ¡Velad!”
Estas palabras eran muy importantes
para las primeras comunidades cristianas a las que se dirige san Mateo, porque
en torno a los años 60 y 70 proliferaron bastantes grupos que
confundieron a la gente, anunciando que Jesús vendría de nuevo a la tierra
en lugares diferentes y de diversos modos.
Y la invitación a velar es una
llamada también para cada uno de nosotros, hoy,
porque hay miles de objetos, juegos, personas, experiencias, anuncios,
programas de TV, etc. que son como
anestésicos que nos adormecen. Si
queremos seguir con coherencia a Jesús es preciso no sólo despertar, sino hacer un ejercicio diario (un auténtico ejercicio
espiritual) para mantenernos despiertos,
en vela.
Y despertar es tomar conciencia de que
lo importante no es una segunda venida sino tomar conciencia de las dos grandes venidas que ya se han realizado:
1) cuando se hizo carne y nació de María; 2) hoy habita en cada uno de
nosotros, hombres y mujeres; perdemos mucho tiempo buscando fuera lo que se
manifiesta desde dentro. Y cuando
despertamos a esa presencia nace el dinamismo de la fraternidad.
El evangelio en las TIC
Sobre el Adviento
en general:
·
“Adviento:
Haz latir el corazón del mundo” PJVdehonianos. Muy bueno para los
jóvenes, 3,55 minutos. http://youtu.be/PmDIBokJKcM
·
“Es tiempo de Adviento”, brevísimo
video con imágenes de las cuatro velas de Fano. Motivador para iniciar este
tiempo litúrgico a partir de cuatro verbos: despertar, ponerse en camino,
buscar y acoger. http://youtu.be/5creGml03Tk 0,23 minutos
·
“El Adviento
explicado del mejor modo posible” video para los adolescentes
realizado por Spirit Juice Studios (2,26 minutos) simulando un corto antiguo en
blanco y negro: http://youtu.be/y6b1llVDv1U . En
inglés, subtitulado.
·
“Conspiración
de Adviento: provocando la Navidad” Video de reflexión sobre el
Adviento y la preparación de otra Navidad más auténtica; muy bueno para verlo
en familia, 5 minutos http://youtu.be/UhW4L0ZjON0
·
“Llegaste
Tú” canción de
Luis Guitarra sobre la llegada de Jesús, con fotos de la actualidad: http://youtu.be/l_ko6cNt1Vg 4,11 minutos.
·
“Algo pasa
en la tierra” himno de Adviento de Nico Montero, con los coros de
Brotes de Olivo y el texto de la canción en las diapositivas. http://youtu.be/3sPXsQ-wGQ8 4,15 minutos
PARA REFLEXIONAR
1.
Personalmente
ü
Otro Adviento más, otro montón de cosas que hacer y organizar en el
trabajo, la parroquia, la fraternidad etc, antes de las vacaciones de Navidad… Vamos a intentar hacer un esfuerzo
por dejar eso un ratito al margen de nuestra mente. Desde el silencio interior
tratamos de ver tantos Advientos vividos, ¿qué recuerdo nos han dejado? ¿hay
alguno especialmente importante? ¿Por qué? (Es importante pararnos para salir
de la rutina)
ü
Despues de leer detenidamente este evangelio ¿con qué palabras me quedo?
¿Qué verbos siguen resonando en mi?
ü
Despertad, vigilad, estar atentos… ¿qué supone esto en mi vida en estos
momentos? ¿Qué me mantiene “adormecido”, ausente al momento presente,
distraido, estresado…? ¿Qué puedo hacer para salir de ello?
2.
En la fraternidad, la familia...
Ü Después
de leer el texto y sus comentarios podemos dialogar sobre lo que más nos ha
sorprendido, lo que no hemos entendido, lo que más nos ha gustado…
Ü Nos
planteemos ¿qué solemos hacer en nuestra familia , en la fraternidad,..., cuando llega el Adviento? Según
lo reflexionado sobre el evangelio de hoy, ¿qué nos parece importante mantener?
¿qué podemos hacer este año para prepararnos como familia, como fraternidad, al encuentro con el
Señor?
Ü Podemos
dialogar entre todos sobre, ¿qué es estar vigilantes como familia? ¿A que
atendemos? ¿Qué se le pasa a nuestra familia, porque está dormida para esa
realidad?
Ü
Os proponemos esta oración para rezar en
familia durante este tiempo de Adviento. Nos une a una tradición muy antigua en
la Iglesia, reseñada ya en los últimos versículos del libro del Apocalipsis:
“Ven Señor Jesús”
Ven, Señor
¡Ven, Señor!
¿Para cuándo esperas? ¡Ven ya!
Ven pronto, ven, que el mundo gira a ciegas ignorando el amor que lo sustenta.
Ven pronto, ven, Señor, que hoy entre hermanos se tienden trampas y se esconden lazos.
Ven, que la libertad está entre rejas
del miedo que unos a otros se profesan.
Ven, ven, no dejes ahora de escucharnos cuando tanto camino está cerrado
Ven pronto, ven, que el mundo gira a ciegas ignorando el amor que lo sustenta.
Ven pronto, ven, Señor, que hoy entre hermanos se tienden trampas y se esconden lazos.
Ven, que la libertad está entre rejas
del miedo que unos a otros se profesan.
Ven, ven, no dejes ahora de escucharnos cuando tanto camino está cerrado
¡Ya, Señor! ¿Para cuándo esperas? ¡Ven ya!
¿No has de ser la alegría de los pobres, de los que en ti ponen su confianza?
¿No has de ser para el triste y afligido consuelo en su pesar, luz en su grito?
¿Quién pondrá paz en nuestros corazones si tu ternura y compasión se esconden?
¿No has de ser la alegría de los pobres, de los que en ti ponen su confianza?
¿No has de ser para el triste y afligido consuelo en su pesar, luz en su grito?
¿Quién pondrá paz en nuestros corazones si tu ternura y compasión se esconden?
¿Quién nos abrirá caminos de esperanza si no te vemos
caminar a nuestro lado?
¡Ya, Señor!
¿Para cuándo esperas? ¡Ven ya!
Ven Señor, a nuestra familia, para que nos mantengas
unidos,
para que nos ayudes a amarnos cada día más,
para que ensanches nuestro corazón y nuestra casa
y podamos acoger a cuantos nos necesitan.
¡Ya, Señor! ¿Para cuándo esperas? ¡Ven ya!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario