El pasado día 14 de octubre, nos reunimos en la capilla de San Francisco para celebrar el paso a la tercera fase, en este camino que iniciamos hace algunos años, para seguir a Cristo.
Acompañadas por las hermanas franciscanas y varios miembros de la asociación, fue una tarde cargada de emoción y felicidad. Para nosotras: Ana, Dolores, Josefa, Roser y Valle, es un paso muy importante, que nos acerca cada vez más a nuestro padre, que nos hace sentirlo más cercano y más dentro de nuestro corazón. Que nos descubre el carisma de María Ana y la sencillez de Francisco. Que nos ayuda a querer más a los demás y a nosotras mismas. Que nos demuestra que, a parte de nuestra familia, en AMAM tenemos otra, mucho más grande, pero unida a pesar de las distancias.
Fueron unas horas inolvidables, cargadas de cariño y alegría, aunque con la tristeza de que nuestra iniciadora en este caminar, la hermana Florencia Zamora, a la que siempre llevamos en nuestro corazón, no pudo acompañarnos.
Paz y bien, amor y sacrificio.
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