Comenzamos el día, todas juntas en el desayuno. Algunos ya había ido a saludar a la Virgen, en la eucaristía que hay en el santuario a las 7,30 h. a.m.
Seguido, Venezuela nos compartió la oración de la mañana, oramos con una canción relativa al Espíritu Santo, preparando el nuestro para su palabra, y poniendo, un representante de cada equipo, una vela en cada uno de sus dones.
A continuación, la hermana Geles guió la reflexión-iluminación, tras la cual comenzamos el trabajo de grupo. Primero del primer tema, compartiendo las conclusiones por la mañana, y por la tarde trabajamos el segundo.
Fueron aportaciones muy fructíferas y enriquecedoras que, como siempre, buscan compartir la vida de los distintos países y comprobar que todos estamos en el mismo camino y que aún con nuestras particularidades tenemos las mismas inquietudes, aspiraciones, implicaciones...
Seguimos el trabajo, y vamos adaptando el horario, ya que le compartir el mucho y el tiempo se nos hace poco. Terminamos el día con la oración dirigida por Argentina-Bolivia antes de pasar a la cena. En ella, a los pies de la beata Maria Ana ponemos las imágenes marianas representativas de nuestros paises.
Tras un largo e intenso día en el que comenzamos el trabajo nos acostamos con la satisfacción del compartir fraterno y del trabajo cumplido.
AMAOS Y SUFRÍOS, COMO YO LO HE HECHO. AMEM.
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