martes, 5 de agosto de 2014

PRESENTACIÓN DE LA FAMILIA FRANCISCANA ANTE EL SEÑOR SANTIAGO MISA DEL PEREGRINO DEL 2 DE AGOSTO DE 2014

Señor Santiago, en este día la Familia Franciscana se presenta ante ti con aires de fiesta. Celebramos 800 años de nuestro peregrinar por las tierras de España, ocho siglos de encuentro con Jesús a la vera de los caminos.
Durante los últimos días, compartiendo una misma fe e inspirados por nuestro padre y hermano Francisco, distintos grupos hemos recorrido caminos diversos para alcanzar la meta compartida de Compostela. Desde ese espíritu de itinerancia y fragilidad, en este peregrinar se simboliza la riqueza de nuestro carisma, del que a lo largo de los tiempos han florecido muy diversas ramas, bebiendo siempre todas ellas del mismo tronco, el de la sencillez evangélica.
Llegamos a tu casa, Apóstol Santiago, para dejarnos mirar por tus ojos grandes, ojos de testigo del Evangelio. Presentamos nuestras vidas como ofrenda que subirá al cielo con este incienso que ahora va a perfumar las naves de la catedral. Portamos la herencia de un hombre pobrecillo, que como tú, experimentó el Amor sin límites que nace del seguimiento a Jesús. Francisco acogió y vivió el Evangelio con fe pura y
sencillez, y deseó ardientemente vivir lo que creía y decía. ¡Fue un nuevo loco en el mundo! Un loco por Jesucristo y por su Palabra.
Antes que él, tú fuiste también, señor Santiago, uno de esos primeros locos en esta aventura… el primer discípulo de Jesús que fue martirizado. Tu vida es también para nosotros testimonio de fuerza y coherencia para no decaer nunca en los momentos de dureza o debilidad.
También hoy se necesitan nuevos locos del Evangelio, expertos en humanidad, que conozcan a fondo el corazón del hombre y participen de sus gozos y esperanzas, de sus angustias y tristezas. Hoy nosotros, peregrinos en la escuela de Francisco, queremos aprenden a transformar el mundo amando sin reservas, sin ahorro de gestos y palabras, transformando nuestras vidas, como el Poverello, en memoria viva del Evangelio.
Hoy estamos ante tu sepulcro y queremos sentir en el abrazo a tu imagen el gozo del perdón y de la misericordia. Apóstol de Jesús, intercede ante el Padre para que siga bendiciendo nuestra familia franciscana: que sepamos ser verdaderos portadores de la Paz y el Bien, cumpliendo nuestra misión específica dentro de la Iglesia. Que el Señor siga llamando a muchos hombres y mujeres a compartir esta espiritualidad en sus diversas formas para que la llama que nació un día en Asís siga brillando con fuerza en
todo el mundo.
Hoy ante ti Santiago, presentamos a Dios Padre a todos nuestros hermanos, especialmente a los que más sufren, a nuestras familias y amigos y a todos los que peregrinan por la vida buscando una respuesta a su existir. ¡Qué a todos ellos y a nosotros nos bendiga el Señor hoy y siempre!
Amén

Javier Ortega (hermano de la OFS)


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