En ella, nos invitan a vivir el acontecimiento de la beatificación preguntándonos: ¿qué llamadas siguen esperando ser escuchadas diez años más tarde? ¿qué llamadas vuelven a resonar con aquella misma frescura de una "Buena noticia" recién acogida? ¿a qué toma de conciencia nos convocan?
Además nos apremian a que esta celebración haga crecer en nosotros actitudes básicas para la vida como son: la confianza, el sentido de pertenencia y el agradecimiento.
Unámonos a toda la familia carismática el día 6 con el firme deseo de que se haga real la invitación a escuchar la llamada que nos espera en nuestra propia vida a ser testigos de la Buena Noticia y del Amor.
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