domingo, 8 de marzo de 2015

Compromissos em Portugal.

No día de ontem, 7 de março, fizeram o seu compromisso em Fátima (Portugal) as seguintes pessoas:

    Conceição Monteiro Rodrigues Ribeiro, 
    Cremilde da Conceição Carvalho, 
    Maria do Rosário Jesus Pequito, 
    Maria Helena Cardoso Branco, 
    Maria Helena Lourenço
    Maria José Ribeiro Dias Alexandre 

A todas elas, e á Associação em Portugal queremos felicitar e pedimos ao Senhor que tenham vivido um dia muito feliz e que as acompanhe junto com a Beata Maria Ana  neste SIM que decidiram dar sendo sempre fieis ao carisma franciscano.

Parabéns.
Equipa Animadora Geral AMAM.



En el día de ayer, 7 de marzo, hicieron su compromiso em Fátima (Portugal) las siguientes personas:

    Conceição Monteiro Rodrigues Ribeiro, 
    Cremilde da Conceição Carvalho, 
    Maria do Rosário Jesus Pequito, 
    Maria Helena Cardoso Branco, 
    Maria Helena Lourenço
    Maria José Ribeiro Dias Alexandre 

A todas ellas, y a la Asociación en Portugal les queremos felicitar y pedimos al Señor que hayan vivido un día muy feliz y que las acompañe, junto con la beata María Ana, en este SI que decidieron dar siendo siempre fieles al carisma franciscano.

Felicidades.
Equipo Animador General AMAM.

Curso bíblico: Domingo 08.03.2015




Hace unos meses, en los últimos domingos del tiempo ordinario, se nos presentaba este mismo evangelio. Su explicación es, por tanto, la misma. Os la volvemos a poner, con pocas modificaciones.

Sin embargo, podemos escucharlo y acogerlo, dentro del tiempo de cuaresma, fijándonos en otros aspectos. Uno puede ser, como nos sugiere el dibujo, pararnos a pensar en ese afán de comprar, vender, contar y asegurarlo todo. Dios es gratuito y lo suyo es “regalarnos” lo que necesitamos, por eso hablamos siempre de sus dones. ¿Por qué no aprovechar esta cuaresma para cortar esa dinámica en nuestra vida?

Otro, mirando al templo del que nos habla el evangelio, preguntarnos ¿Qué estamos haciendo con los templos? ¿Son ellos lugar de silencio, casa de oración?

Juan 2, 13 - 25

Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén.

Muchos salmos reflejan la alegría del pueblo cuando iba en peregrinación al templo, una vez al año, desde todos los confines de Israel. Iban a celebrar la Pascua, es decir, a recordar y revivir la experiencia de liberación que habían tenido siglos antes y a dar gracias a Dios. Podemos recordar esta experiencia en Éxodo 12 y 13.

Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo:

No debemos leer este texto como un hecho aislado en la vida de Jesús, sino en relación con muchas otras intervenciones y enseñanzas sobre el templo que encontramos en los cuatro evangelios. Vamos a recordar algunas.

San Lucas nos dice que Jesús por el día enseñaba en el templo y salía a pasar la noche en el monte de los olivos (Lucas 21,37). También se fijó en la viejecita que echaba una limosna que para ella suponía todo su sustento. A la mujer samaritana le dijo que había llegado la hora de que no adoraran al Padre ni en el monte ni en el templo, sino en espíritu y en verdad.

- Quitad esto de aquí; no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre.

Tenía que causar una impresión muy desagradable ver que el templo, lleno de belleza y esplendor, se había
convertido en algo similar a un mercado. Se vendían ovejas y bueyes para ofrecer en sacrificio y quemarlos sobre el altar. Creían que el humo que se elevaba hacia el cielo le agradaba a Dios. Vendían palomas y tórtolas para las personas más pobres, como recoge el texto de la presentación de Jesús en el templo (Lucas 2, 22-24).

También había muchas mesas con balanzas, en las que se cambiaba el dinero que llevaba la gente. Para echar limosna dentro del templo o para pagar las ofrendas (por ejemplo al nacer el primer hijo) sólo se podían utilizar las monedas que daban los cambistas, monedas especiales que sólo circulaban dentro del templo y no tenían el rostro del emperador grabado en ellas. Esas monedas no estaban contaminadas ni podían ser utilizadas en los negocios.  Mejor dicho eran utilizadas para aumentar “el negocio del templo”, que enriquecía  sobre todo a la casta sacerdotal.

Salomón construyó el templo con todo el esplendor imaginable: maderas del Líbano, decoración con racimos de oro, etc. Y en medio del templo los sacerdotes colocaron el Arca de la Alianza y la tienda que la había albergado durante el tiempo en el que el pueblo la llevó consigo, cuando eran un pueblo errante. “Al salir los sacerdotes de la zona considerada santa, una nube llenó la casa del Señor y los sacerdotes no pudieron continuar en el servicio religioso a causa de la nube, porque la gloria del Señor llenaba la casa del Señor. Salomón dijo: “He querido erigirte una morada, un lugar donde habites para siempre” (1 Reyes 8, 10-13). La santidad que emanaba del templo se extendía por toda la ciudad. El santuario era similar a la puerta del cielo.

En el mismo pasaje del evangelio de Lucas leemos: “Jesús entró en el templo y comenzó a expulsar a los que allí estaban vendiendo. Les dijo: En las Escrituras se dice: “Mi casa es casa de oración” pero vosotros la habéis convertido en una cueva de ladrones” (Lc 19,45-46).

Ya el profeta Jeremías se situaba junto a una de las puertas del templo y denunciaba reiteradamente el uso que se hacía de él. Jesús expresa con vehemencia este mismo deseo de reservar el templo como un lugar de encuentro con Dios, de silencio, de oración…
¿Son así nuestros templos hoy? ¿Encontramos en ellos un espacio para estar en calma, en silencio, para entrar dentro de nosotros mismos y poder percibir la presencia de Dios en nosotros? ¿Los buscamos?

Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: «El celo de tu casa me devora».
Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron:
- ¿Qué signos nos muestras para obrar así?

Esta frase equivale a otras que aparecen muchas veces en el evangelio: ¿Con qué autoridad haces estas cosas? Es como pedirle a Jesús  que se identifique, que explique los motivos de su comportamiento, porque parece que está loco. Atentar contra el templo, por poco que fuera, era una locura y acarreaba la pena de muerte. El templo de Jerusalén no era como una de nuestras iglesias, era el lugar más sagrado del mundo conocido, era la casa del mismo Dios.

Jesús contestó:
- Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.
Los judíos replicaron:
- Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?
Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y, cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y dieron fe a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús.

Juan hace una lectura de los hechos tras la Pascua, tras la muerte y la resurrección de Jesús. El templo ya había sido destruido en el año 70 después de Cristo y las comunidades cristianas sabían que el tiempo del culto en el templo había finalizado. Ahora Jesús era como el nuevo templo, el nuevo lugar de encuentro entre los hombres y mujeres con Dios. Ya no hacía falta hacer sacrificios de animales. El pan y el vino eran los nuevos signos de encuentro entre los hermanos y con el mismo Dios.

Es una lástima que olvidemos lo que san Pablo nos dice a cada uno: “¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu habita en vosotros?... el santuario de Dios es sagrado y vosotros sois ese santuario” (1Cor 3, 16-17) Podemos preguntarnos: ¿No habremos convertido también nuestro cuerpo/santuario en algo semejante a un mercado?

El evangelio en las TIC

ü Texto del evangelio con imágenes, 3,14  minutos   http://youtu.be/g_2ezaHiGWg
ü Fragmento de la película Jesús de Nazaret, para los mayores, con este pasaje. 4,20 minutos. http://youtu.be/bL3paICIux0
ü Simpática adaptación del evangelio de hoy para niños, en dibujos. 4,19 minutos: http://youtu.be/J6PvQDAidDg. Refleja bien la situación del templo-mercado y la clave de la expulsión de los mercaderes: la purificación de una estafa.

PARA REFLEXIONAR

1.    Personalmente
ü El Templo de Jerusalén es considerado por el Pueblo Judío como la Casa de Dios, “la Casa de mi Padre” como dice Juan en el texto evangelio de hoy. Por lo tanto es casa reservada a la oración y trato con Dios. Dedicarla a los negocios e intereses que nada tienen que ver con Dios, es profanarla. ¿Tenemos hoy nosotros la experiencia de un lugar o espacio reservado a Dios? ¿Sentimos así nuestros templos o iglesias? ¿Cuál es tu lugar de oración?

ü ¿Tenemos conciencia de que nuestro cuerpo es templo de Dios? ¿Qué nos sugiere esta afirmación tan novedosa de San Pablo y tan similar a la que hoy escuchamos a Jesús en el evangelio? ¿Cómo debemos tratar a nuestro cuerpo al recordar lo que somos? ¿Y el de los demás? ¿Qué mensaje podemos dar los cristianos a nuestra sociedad en este aspecto?

2.    En la fraternidad, la familia...

Ü Después de leer el texto y sus comentarios podemos dialogar sobre lo que más nos ha sorprendido, lo que no hemos entendido, lo que más nos ha gustado…

Ü El Concilio Vaticano II dice de la familia que es una comunidad de fe, esperanza y caridad. Por eso le podemos llamar Iglesia doméstica. La familia cristiana es una comunión de personas, que reflejan la comunión que existe en Dios entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¿Cómo podemos explicar que nuestra familia es una iglesia doméstica? ¿En qué se nota?

Ü Si el Señor llega a nuestra familia, iglesia doméstica, como llegó al templo de Jerusalén, ¿qué nos diría? ¿Qué haría? ¿Qué nos pediría cambiar? 

Ü Terminamos haciendo una oración al Señor por nuestra fraternidad, familia...


miércoles, 18 de febrero de 2015

Compromisos y pasos de etapa en España

El próximo fin de semana, primero de cuaresma, serán dos días de crecimiento y avance para la Asociación. En España se celebrarán un compromiso y tres pasos de etapa.

Sábado 21 de febrero: en Cangas de Onís - Asturias se celebarán los siguientes actos:
  -Compromiso del grupo "La Santina" formado por las siguientes personas:
Asunción Del Pozo Cueto
Carmen Isidoro Portorreal Santiago
Emilia Llamedo Iglesias
Pilar García Rubio

  -Paso a segunda etapa de:
                Natalia Vega Garcia

     
Domingo 22 de febrero: en Ourense se celebrarán los siguientes pasos de etapa:

  -Paso a segunda etapa del grupo "Camiño", formado por:
Adelaida Vázquez Rodríguez
Elia González Fernández
Elia Salve Valeiras
Isabel Rodríguez Pérez
Mª Purificación López   Gómez
Manola Feijoo Samoza
Tomás Fernández Fernández
Modesto González Fernández

  -Paso a la tercera etapa del grupo "Caminando hacia la Luz con María", formado por:
Angelines Fernández Domínguez
Antonina Rodicio Rodicio
María Antonia Cortizo Lobelle
Rita González Cuervo

A todos les deseamos que sea un momento de felicidad y de asumir su decisión sin miedo. Nos unimos todos en oración y pedimos que el Señor, la Madre del Divino Pastor y la Beata María Ana Mogas, les acompañen y les den la fuerza para superar las pruebas del camino.

Equipo Animador General

jueves, 12 de febrero de 2015

Curso bíblico: Domingo 15.02.2015


Este domingo terminamos la primera etapa del “tiempo ordinario” y también la primera etapa de la lectura continuada de Marcos, el próximo miércoles será miércoles de ceniza y con él empezamos la Cuaresma. Volveremos a retomarlo, después del tiempo pascual.




Nos encontramos en el evangelio de hoy con un relato de “milagro”, la curación de un leproso. Marcos con palabras sencillas y entrañables nos desvela cómo es y cómo reacciona el corazón de Jesús, y al mismo tiempo como es el corazón de nuestro Dios. Vale la pena que escuchemos y acojamos esta Palabra y, como los galileos, acudamos a Él.

Marcos 1, 40-45

En aquel tiempo, se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas: «Si quieres, puedes limpiarme.»

Nos presenta una imagen inaudita en tiempo de Jesús. Nadie, y menos un leproso, se postra delante de un varón marginal, como era Jesús, buscando su curación. Un leproso sabía que tenía severamente prohibido acercarse a ninguna persona sana y menos a un grupo.

La lepra era considerada una enfermedad de la piel muy contagiosa. En aquellos tiempos las enfermedades de la piel eran abundantes, debido a la falta de higiene. Los que tenían alguna dolencia de piel y poseían dinero solían acudir a los médicos de Grecia, a los que consideraban más preparados para curarlas. La mayoría, ante los primeros síntomas de enfermedad en la piel eran declarados leprosos y apartados de los demás, por miedo al contagio. De forma que si no era leproso aún, terminaba siéndolo.

Por otra parte toda enfermedad, pero esta especialmente, se tenía como castigo de Dios. De forma que un leproso era un enfermo, pero además un maldito, alguien que, según la mentalidad reinante “habría hecho algo para merecerlo”, un “impuro”. Podemos remitirnos al Antiguo Testamento, para entender mejor, lo que significaba para Jesús y sus seguidores un leproso. Lo tenemos muy claro en la primera lectura de hoy  Levítico 13,1-2.44-46.

Sintiendo compasión, extendió la mano y lo tocó, diciendo: «Quiero: queda limpio.»

Marcos nos habla expresamente de los sentimientos de Jesús, chocantes e impensables para un judío. Ante un leproso los judíos sentían asco, repugnancia y miedo a ser contagiados. Por eso es tan sorprendente que Jesús “sienta compasión”, que se le conmuevan las entrañas, lo más profundo de su ser ante el dolor de este leproso. Jesús,  como buen judío no “tiene por qué sentir compasión”. Está rompiendo los esquemas, lo establecido.

La ley prohibía tocar a un “impuro”. A Jesús su compasión le lleva a tocar al leproso, sobreponiendo esta a una ley que margina al enfermo y aun al miedo al propio contagio. ¿A dónde nos lleva a nosotros la compasión?

También nos expresa con toda sencillez la voluntad de Jesús: “Quiero, queda limpio”. Algo también absolutamente transgresor; si un leproso es una persona castigada por Dios, no tiene sentido querer curarla. Si, como ellos pensaban, se lo ha merecido, ¿Quién va a enmendar la plana a Dios? En este contexto la expresión de Jesús descoloca a los que le escuchan, rompe sus esquemas, cuestiona la imagen que se han hecho de Dios. ¿De qué Dios nos está hablando? ¿De un Dios que castiga para siempre o de un Dios que perdona al que se lo suplica? ¿No será que Dios quiere dar también una segunda oportunidad al leproso, como a todos?

La lepra se le quitó inmediatamente, y quedó limpio. Él lo despidió, encargándole severamente: «No se lo digas a nadie; pero, para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés.»

La lepra era una enfermedad que marginaba, expulsaba a la persona de la comunidad. Era el sacerdote el que decidía si una persona tenia lepra o, como en este caso, si estaba curada. Solo si el sacerdote lo certificaba el enfermo podía ser readmitido en la comunidad. A la vez se le invitaba a hacer una ofrenda al Señor, como señal de agradecimiento.

La intervención de Jesús, su compasión, no se paran en la curación del enfermo, busca que sea de nuevo admitido en la comunidad. Vivir integrado en la comunidad es un signo de estar curado, un signo de salvación.

Algo parecido podemos ver hoy con los enfermos de ébola. Son separados del pueblo e incluso de otro tipo de enfermos por miedo al contagio, son aislados, unas veces atendidos otras muchas abandonados por falta de medios. Si un enfermo de ébola es curado, en Liberia o Sierra Leona, necesita el certificado oficial del médico o del hospital, para poder ser admitido en la población. Aun con él muchas veces el miedo hace que nunca más vuelvan a ser tratados como antes. ¿Qué “certificados” pedimos a veces a otras personas para integrarlos entre los nuestros? ¿A quienes marginamos?

Pero, cuando se fue, empezó a divulgar el hecho con grandes ponderaciones, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo, se quedaba fuera, en descampado; y aun así acudían a él de todas partes.

Nos encontramos con lo que se suele llamar el “secreto mesiánico” del evangelio de Marcos: Jesús no quiere que se divulgue su fama, porque eso podría ocasionar que la gente entendiera su mesianismo como un mesianismo guerrero y poderoso, como esperaban muchos. Pero el leproso no puede callar, sino todo lo contrario: de hecho, el que ha sido salvado por Jesús es imposible que calle, y lo pregone “con grandes ponderaciones”.

Esto trae como consecuencia la fama creciente de Jesús, la explosión de entusiasmo que despierta en toda Galilea, como algo imparable.

Pero por otra parte, se empieza a vislumbrar que sus obras y palabras tienen mucho mayor alcance que “auxiliar” a un enfermo o sentir lástima del que sufre. Cuestiona el “orden” establecido, la imagen de Dios… Por eso Jesús levanta sospechas, hay quien le empieza a ver como una amenaza y esto le traerá como consecuencia el desenlace de la cruz. En la cruz será cuando Marcos ponga en boca del centurión extranjero “Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios”. Solo entonces quiere revelar plenamente el misterio de Jesús

El evangelio en las TIC

·         Texto del evangelio de este domingo con imágenes. Los dos están bien y son breves, menos de dos minutos, cada uno insiste en un aspecto:

·         El mismo texto pero con dibujos, para los más pequeños. http://youtu.be/iTQbx1Pp1PE  

·         Si queremos trabajar sobre la lepra, en el sentido profundo del evangelio podemos tomar como referencia la vida del P. Damián:

Pequeña biografía en 4 minutos: http://youtu.be/7lsBhr_2-j8
Canción para los más pequeños: http://youtu.be/ZZIi7xaqwhk

PARA REFLEXIONAR

       1.      Personalmente

ü ¿Qué nos ha tocado por dentro del evangelio de hoy? ¿La situacion de los leprosos? ¿Los sentimientos de Jesús? ¿El comportamiento del leproso curado? ¿El silencio de los que le rodean?...

ü ¿Con quien nos sentimos identificados?

ü ¿Qué imagen de Dios tenemos? ¿A que posturas nos lleva en la vida diaria? ¿Somos conscientes de que la imagen de Dios que alimentamos en nuestros jóvenes pasa por cómo reaccionamos ante los demás, los necesitados, los marginados?

       2.      En la fraternidad, la familia...

Ü Después de leer el texto y sus comentarios podemos dialogar sobre lo que más nos ha sorprendido, lo que no entendemos, lo que más nos ha gustado…

Ü Plantearnos en nuestra fraternidad, familia dos aspectos que van muy unidos:


- ¿Qué lugar ocupan en nuestra fraternidad, familia..., los marginados? ¿Qué sentimientos o actitudes vivimos para con ellos, los ignoramos, los desconocemos, nos alejamos o nos acercamos a ellos, los  atendemos…?


Ü ¿Qué nos sentimos llamados a hacer o a cambiar en este sentido? 

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